jueves, 13 de septiembre de 2012


El 12º Festival de Cine Alemán mostrará en total trece títulos: uno de ellos, un clásico mudo de 1927 -Los tejedores, de Friedrich Zelnic-, que se verá por única vez en la función de clausura, el miércoles 19, con acompañamiento musical en vivo a cargo de Marcelo Katz y los Locos por el Celuloide; otro, digno de mención especial, es un preestreno: la coproducción argentino-germana El amigo alemán, que marca el regreso de Jeanine Meerapfel, la directora nacida en Buenos Aires de quien se recuerdan La amiga (1988) y Amigomío, entre otros títulos. En el nuevo film, rodado parcialmente en nuestro país, actúan Celeste Cid, Max Riemelt, Daniel Fanego y Noemí Frenkel.
Los once films restantes componen un sucinto panorama de la reciente producción alemana. En general predominan los dramas o las comedias dramáticas, pero también hay un documental -This Ain't California, de Marten Persiel, que ofrece una mirada diferente sobre la vida en los últimos años de la República Democrática Alemana a través de los jóvenes que encontraban en el skate una forma de liberación- y un film "para toda la familia", Los Cinco, de Mike Marzuk, que recrea el origen del grupo de preadolescentes así llamados cuyas popularísimas aventuras publicó la británica Enid Blyton entre 1942 y 1963.
Hasta Doris Dörrie, la aplaudida directora de Sabiduría garantizada, ha dejado a un lado el humor para narrar en Felicidad los extremos a que puede llegar una pareja de jóvenes para defender el amor que han podido construir al cabo de la sucesión de golpes y desgracias que les ha deparado la vida.
Otro realizador conocido en nuestro medio, Hans Weingartner (Los edukadores) está presente con La suma de todas mis partes, cuyo protagonista es un matemático que acaba de salir de un psiquiátrico y entra en una espiral autodestructiva, hasta que el encuentro con un chico ucraniano y huérfano le ofrece una posibilidad de recuperación.
Duro es también el tema de La guerrera, el film que ha sido seleccionado para representar a Alemania en la competencia por el Oscar. Allí, David Wnendt se interna en el corazón de un grupo neonazi a través de la metamorfosis de una veinteañera, que ha sido activa participante de sus acciones violentas y experimenta un paulatino cambio a partir de su relación con un muchachito afgano. Los restantes títulos son los siguientes:
El perdón: Matthias Glassner propone una reflexión sobre la culpa, la compasión, el engaño, el dolor y el perdón a partir de la dramática historia de una familia que se ha instalado en el norte escandinavo con la ilusión de emprender una nueva vida.
La invisible: temores, frustraciones y progresos de una poco dotada aspirante a actriz a quien el azar pone frente a un compromiso inesperado y movilizador. La actriz danesa Stine Fischer Christensen ganó el premio a la mejor actriz en Karlovy Vary 2011 por su desempeño en este film de Christian Schwochow.
Viento del Oeste. Otro regreso a los tiempos de la Alemania dividida, esta vez mediante la historia de dos hermanas mellizas del Este que conocen a dos muchachos de Hamburgo y descubren el amor.
Tres cuartos de luna. Christian Zubert cuenta el azaroso encuentro de un taxista alemán sesentón, racista y gruñón, y una nena turca de seis años, que no habla ni entiende otro idioma que el propio. Una feel good movie que intenta evitar el exceso de azúcar.
Niños prodigio. Este melodrama que Marcus O. Rosenmüller ambienta en Ucrania desarrolla la historia de tres pequeños y dotados músicos (dos judíos y una alemana), que comparten el sueño de tocar en el Carnegie Hall hasta que todas sus fantasías se hacen trizas cuando Rusia y Alemania entran en guerra.
Rubbeldiekatz. Algo así como una nueva versión de Tootsie dirigida por Detlev Buck y organizada, como puede imaginarse, en torno de un joven actor que se hace pasar por actriz para salir de la desocupación.
http://www.lanacion.com.ar/1507770-panorama-del-cine-alemanv

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