Mezclando Influencias : Opus 4 festeja sus 40 años cantando

El grupo vocal de mayor trayectoria de la Argentina celebra a lo grande y con invitados de lujo en el Cervantes

Los cuatro músicos que pasado mañana subirán al escenario del Teatro Cervantes para festejar sus 40 años de carrera son la envidia de cualquier matrimonio por el éxito de su intacta perseverancia y vigencia, que les ha permitido sobrellevar las asperezas a través de los años y seguir juntos hasta que la muerte los separe o "hasta que el cuerpo aguante", como sentencia el productor y bajo de Opus 4, Federico Galiana.

Siete mil presentaciones durante 40 años han compartido los integrantes del grupo vocal de mayor trayectoria ininterrumpida de la Argentina: Alberto Hassan, Marcelo Balsells, Galiana y Hernando Irahola y, sin embargo, todavía, al terminar la función, prefieren ir a comer ellos solos, "sin invitados de compromiso, para seguir pasando el tiempo juntos", aclara, con su profunda voz de barítono, Irahola. Dos semanas antes del convocante festejo, se encuentran en el departamento de Hassan ensayando lo que ya les sale de manera natural: su inmutable y conocido repertorio orientado al tango, a la música popular y de raíz folklórica y a los infaltables spirituals. Por eso, en el momento de los flashes, toman su posición, rodean al piano y, casi por costumbre, regalan "Flor de lino" para quien quiera escuchar.

Claro que, en estas cuatro décadas de alzar sus voces por 450 ciudades del mundo, el grupo nacido en 1968 en el seno del Coro Universitario de La Plata ha almacenado una gran cantidad de anécdotas arriba y abajo del escenario.

Con el estímulo de los scones caseros que amablemente ofrece y reparte el dueño de casa, el grupo irá desgranando aquellos hitos musicales y humanos, imborrables en su memoria. Para contar la anécdota que involucra a Atahualpa Yupanqui, los cantantes hacen silencio para escuchar al tenor Hassan. "En 1988 nos encontrábamos en un pueblito del centro de Francia y teníamos que tocar antes que él. Teníamos al público francés adelante y a Yupanqui atrás, así que imaginate los nervios. Cerramos con una de sus zambas, «Piedra y camino», y se produjo una ovación. Cuando nos retiramos, lo vimos ahí, paradito y aplaudiendo. Fue increíble". Y así seguirán las historias, una tras otra.

En todas ellas, los músicos habitan brevemente remotos lugares del mapa, ya que han realizado 24 giras por Europa y 9 por los Estados Unidos, además de interminables viajes por el interior del país. "Una vez hicimos una apuesta con un viajante de comercio a ver quién conocía más ciudades, y le ganamos", recuerda Balsells.

"Hacémelo hablar al morochito éste", pide Hassan, que percibe el silencio del barítono (Irahola) como una ausencia imperdonable en la charla. "Es que yo no tengo ninguna anécdota musical. Quizá puedo ofrecer de otro tipo", se defiende y sus compañeros rompen en melodiosas carcajadas que colman el pequeño ambiente.

"Después de estar 4000 veces parado al lado del otro, ya sabés: sin mirarlo y sólo por cómo respira, cómo va a cantar", dice Balsells.

De profesiones muy ajenas a lo artístico, provienen los cuatro integrantes de Opus Cuatro. Galiana (abogado), Hassan (escribano), Irahola (casi ingeniero químico) y Balsells (casi abogado). Irahola vuelve el tiempo atrás y recuerda cuando estudiaba ingeniería, pero asistía sin falta a los cuatro coros en los que estaba anotado. "Además, me veías en todas las guitarreadas después de clase. Entonces, largué la ingeniería y empecé con la música", cuenta el artista, que partió de Bolivia para probar suerte en Buenos Aires. "Me acuerdo perfecto del momento en que me enamoré de la música -detalla Balsells-. Estaba en el Colón cantando La Pasión según San Juan, de Bach, y en la parte que dice: «No me abandones, no me abandones», sentí que no podía dedicar un segundo más a leer un código", explica el tenor, que, al decidirse, partió para Machu Picchu. "Once mil kilómetros a dedo para volver renovado y enfrentar a la familia", recuerda, y describe lo que aún siente arriba del escenario: "Es como si me reuniera a tomar mate con la gente". Galiana asiente y agrega: "Es el lugar en el que mejor me siento cuando no estoy en mi casa".

Los cuatro parados sobre el escenario volverán a fundar una vez más la leyenda institucional, que hoy se despliega al nombrar a Opus Cuatro, la misma que pasado mañana celebrará sus cuarenta años de pie y cantando.